Como ya comentamos en entradas anteriores, al ponernos a decorar con globos es muy importante que los globos estén hinchados al tamaño adecuado. Si queremos un resultado armonioso no podemos hinchar los globos de cualquier manera, nos tenemos que asegurar que todos los globos tienen exactamente el mismo tamaño. Fijaros en la guirnalda morada y plateada que vemos en la foto, ¿os imagináis cómo habría quedado si los globos no fueran todos iguales? Pues eso, un desastre.
A algunos os puede surgir una pregunta crucial: ¿cómo conseguimos que todos los globos estén inflados al mismo tamaño? ¿A ojo? Por supuesto que no. Está todo inventado. Existen medidores o calibradores de globos. Sí, si nunca has oído hablar de ello resulta sorprendente, pero la verdad es que es muy práctico.
Como os digo existen varios tipos de calibradores de globos. Aquí os mostramos unos cuantos ejemplos. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, es cuestión de gustos. El amarillo es fácilmente plegable, el rojo tiene toda la pinta de ser desmontable para poder guardarlo.
Como podéis ver un buen calibrador tiene que tener muchas medidas distintas, nos tiene que valer para cualquier diseño que queramos hacer. Por ejemplo, para hacer una flor sencilla necesitamos al menos dos tamaños distintos:
Así que ya sabéis, si queréis hacer algo así necesitáis un calibrador de globos. Los podréis encontrar fácilmente en cualquier tienda de globos al módico precio de ...... ¡¡¡50 €!!! Sí, ese suele ser el precio aproximado.
¿De verdad hace falta gastarse ese dinero? Pues no. Un calibrador es muy fácil de hacer, sólo necesitas una caja de cartón y unas tijeras o cúter para hacer los agujeros. También se puede realizar en madera y en vez de una caja tendremos distintas planchas de madera, cada una con un agujero de un tamaño.Si no quieres molestarte en comprar uno ni en hacerlo tú mismo hay otra opción un poco más cutre, pero que puede dar muy buen resultado. Consiste en colocar dos mesas separadas una distancia igual al tamaño que le quieras dar a tu globo y usar ese hueco como medidor. Esto también vale si a pesar de tener el mejor medidor del mundo te lo dejas olvidado en casa, que también puede pasar.
Es mejor usar mesas que sillas ya que cualquiera puede pasar y mover la silla, o incluso tú mismo si te despistas un poco, y habrás perdido la medida. Utiliza cosas o muebles que no sean tan fáciles de mover. Y asegúrate de que lo que estés utilizando para medir no tenga ninguna zona más rugosa que pueda pinchar los globos según los vas inflando.
Muchas gracias por leer hasta el final.
Nos vemos pronto.